Otra vez será
Sí, no, el juego dubitativo hacía plegar y desplegar el brazo para tocar el picaporte, que se enfrentaba imponente ante su cara. Pero, tan sólo rozar la puerta, como una reacción alérgica […]
Sí, no, el juego dubitativo hacía plegar y desplegar el brazo para tocar el picaporte, que se enfrentaba imponente ante su cara. Pero, tan sólo rozar la puerta, como una reacción alérgica […]